Desde el momento en que México celebraba si dizque independencia como “Nación Libre”, los Estados Unidos decidieron quedarse con México diciendo que los mexicanos eran incapaces de progresar y hacer progresar esas enormes regiones.
Texas por ejemplo, era casi como un desierto deshabitado o habitado por apaches y búfalos. Los gobiernos militares que siguieron a la independencia, no quisieron prestar atención a Texas, y prefirieron la comodidad de que los gringos colonizaran la lejana provincia, y derrepente, patrocinados por el gobierno gringo, los colonos se alzaron contra México.
El ínclito, valeroso, traidor y esquizofrénico generalito Antonio de Santa Anna salió a reconquistar Texas, pero tras derrotar a los gringos es San Jacinto se quedo a dormir la siesta y lo hicieron prisionero.
Para salvar su jarocho pellejo, Santa Anna tuvo un acuerdo con el presidente Mr. Jackson, por el que se comprometió a ceder Texas y a no oponerse a su anexión a los Estados Unidos.
Los Gobiernos que siguieron al de Santa Anna, se aprestaron a recuperar Texas, pero cuando las tropas mexicanas se dirigían a combatir al yanqui invasor, el general Santa Anna volvió a levantarse en armas patrocinado por la Santa Iglesia.
Santa Anna había sido desplazado del poder por los militares liberales y juró vengarse.
El obispado mexicano (las clases altas) se negaron entonces a ayudar económicamente para la guerra con estados unidos, e incluso propició el levantamiento de los batallones polkos en contra del presidente liberal Don Mariano Paredes, y así, desacreditado Paredes, cayo del gobierno y el congreso dominado por el clero llamo a Santa Anna.
Para entonces los gringos ya habían comprado a Santa Anna. Estados Unidos se comprometía a sostenerlo en el poder, si el ejército mexicano no presentaba demasiada resistencia al invasor, y así pasó: Santa Anna vendió las batallas de Buena Vista y la Angostura, y México perdió la guerra del 47 contra los gringos.
La traición de Santa Anna y de la Iglesia Católica “Mexicana” nos hicieron perder mas de la mitad de nuestro territorio, mitad riquísima que permitió a Estados Unidos convertirse en el imperio mas rico y poderoso del continente (y del mundo).
La interminable conquista de México
Rius