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viernes, 30 de enero de 2009

Los Nuevos Conquistadores

Desde el momento en que México celebraba si dizque independencia como “Nación Libre”, los Estados Unidos decidieron quedarse con México diciendo que los mexicanos eran incapaces de progresar y hacer progresar esas enormes regiones.

Texas por ejemplo, era casi como un desierto deshabitado o habitado por apaches y búfalos. Los gobiernos militares que siguieron a la independencia, no quisieron prestar atención a Texas, y prefirieron la comodidad de que los gringos colonizaran la lejana provincia, y derrepente, patrocinados por el gobierno gringo, los colonos se alzaron contra México.

El ínclito, valeroso, traidor y esquizofrénico generalito Antonio de Santa Anna salió a reconquistar Texas, pero tras derrotar a los gringos es San Jacinto se quedo a dormir la siesta y lo hicieron prisionero.

Para salvar su jarocho pellejo, Santa Anna tuvo un acuerdo con el presidente Mr. Jackson, por el que se comprometió a ceder Texas y a no oponerse a su anexión a los Estados Unidos.

Los Gobiernos que siguieron al de Santa Anna, se aprestaron a recuperar Texas, pero cuando las tropas mexicanas se dirigían a combatir al yanqui invasor, el general Santa Anna volvió a levantarse en armas patrocinado por la Santa Iglesia.

Santa Anna había sido desplazado del poder por los militares liberales y juró vengarse.

El obispado mexicano (las clases altas) se negaron entonces a ayudar económicamente para la guerra con estados unidos, e incluso propició el levantamiento de los batallones polkos en contra del presidente liberal Don Mariano Paredes, y así, desacreditado Paredes, cayo del gobierno y el congreso dominado por el clero llamo a Santa Anna.

Para entonces los gringos ya habían comprado a Santa Anna. Estados Unidos se comprometía a sostenerlo en el poder, si el ejército mexicano no presentaba demasiada resistencia al invasor, y así pasó: Santa Anna vendió las batallas de Buena Vista y la Angostura, y México perdió la guerra del 47 contra los gringos.

La traición de Santa Anna y de la Iglesia Católica “Mexicana” nos hicieron perder mas de la mitad de nuestro territorio, mitad riquísima que permitió a Estados Unidos convertirse en el imperio mas rico y poderoso del continente (y del mundo).

La interminable conquista de México

Rius